jueves, 9 de diciembre de 2010

Muerte en la cárcel


Por un lado no puedo dejar de lamentar la terrible desgracia ocurrida ayer 8 de diciembre en la cárcel de San Miguel, pero por otro me asaltan miles de cuestionamientos frente a esta situación… en una cárcel diseñada para algo más de ochocientos internos, conviven en hacinamiento cerca de dos mil, lo que hace inefectivo cualquier plan de seguridad… pero por otra parte creo que nos toca reflexionar sobre el rol que cumplen espacios como este dentro de la sociedad.
La cárcel es un lugar creado para que purguen condenas quienes han infringido las leyes establecidas por el Estado, pero… en Chile ocurre que tenemos a un número no menor de personas tras las rejas, muchas más que en otros países con una población cercana a la nuestra, sin embargo esta realidad no ha significado que acá se delinca menos, y tampoco ha sido el reflejo de la aplicación de una ley implacable e igualitaria, para la muestra un botón: los dueños de la minera San José, responsables directos de la tragedia de los 33, no han pasado un solo día privados de libertad, tampoco lo han hecho los responsables de las farmacias que se coludieron para lucrar con la necesidad de medicamentos del pueblo chileno, ni los responsables de la construcción del edificio Alto Río en Concepción….  raro no?, o no tan raro, porque en esta sociedad estamos acostumbrados a estas cosas, si uno de estos de estos personajes tuviera la desgracia de caer bajo el peso de la ley, de seguro cumpliría su condena en el “hotel” de Capuchinos, casi mejor atendido que en su propia casa. Para los pobres, que no tienen “influencias” ni recursos, queda el hacinamiento y el peligro latente, al  igual que lo fue la mina San José, las cárceles  chilenas son en su mayoría  una bomba de tiempo, cuatro o cinco gendarmes a cargo de la población penal, no eran capaces de resguardarla en una emergencia como esta (asumiendo de buena fe que fue su  intención  hacerlo, lo que ha sido ampliamente cuestionado por los familiares de las víctimas y la población penal sobreviviente), se ha hablado de retraso en dar aviso a los bomberos, en la aplicación de protocolos que no tenían como prioridad defender la vida de los internos… que tuviera que llegar el grupo antimotines antes de que se permitiera la entrada a bomberos, todo esto, es cuestionable desde dónde se lo mire.
Estos seres humanos de tercera no fueron prioridad en ese momento… y muchos murieron no por la envergadura de la tragedia sino porque se les negó la posibilidad de huir de las llamas, para salvar sus vidas se quemaron encerrados,  no sé a ustedes pero a mí me suena a resabio de la Inquisición….
Lo ocurrido en San Miguel y lo que ocurre a diario en las cárceles de nuestro país no es más que una terrible evidencia  de la insustentabilidad del sistema neoliberal en el que estamos inmersos hasta la médula, la falta de igualdad social, de acceso a una educación de calidad, a un trabajo y un sistema de salud dignos, a un  sistema de trasporte eficiente, etc, etc, etc, son las principales causas de la delincuencia, mientras unos pocos lucran a costa de la mayoría, otros se revelan  con más o menos conciencia, no faltan los que dañan desmedidamente (violadores, asesinos, pedófilos, por ejemplo), pero estoy segura de que la delincuencia considerada “común” disminuiría si las condiciones  de vida que se ofrecieran a la población fueran distintas… uno de los jóvenes fallecidos purgaba una pena por vender CD pirateados… supongo que no lo hacía por el gusto por la adrenalina que significa vivir arrancando de la policía…. demás está decir que levantarse temprano para subirse al transantiago y  dirigirse al lugar en que seremos explotados y  recibir a fin de mes  un sueldo miserable, que no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una familia, no incentiva a nadie  y muchos buscan otras alternativas, que insisto son más o menos dañinas y más o menos condenables según sea el caso, pero que de igual forma son síntoma de la injusticia social.
Luchemos por la justicia en todas sus expresiones
¡No a la criminalización de la lucha social!

¡Si no hay justicia!
¡Hay Funa!


1 comentario:

  1. necesito contactarme con ustedes, porfavor denme un mail!
    El mio es mcamposhe@gmail.com

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