sábado, 27 de noviembre de 2010

La justicia francesa hace su trabajo



autor Colaboradores    jueves, 25 de noviembre de 2010

    Casi doce años después que las familias interpusieron las respectivas querellas, la justicia gala someterá a juicio a diecinueve responsables de la dictadura militar chilena, inculpados del secuestro y desaparición de cuatro ciudadanos franceses. El juicio, que tendrá lugar en el Palacio de los Tribunales de Paris, entre el 8 y 17 de diciembre próximo, juzgará en ausencia a quienes se consideran autores del secuestro de Georges Klein, Etienne Pesle de Mesnil, Alfonso Chanfreau y Jean-Yves Claudet.

Con excepción del último, que por orden del régimen chileno fue detenido y desapareció en Argentina en el marco de la Operación Cóndor , todos los demás fueron secuestrados por las fuerzas represivas chilenas durante los dos primeros años de la dictadura militar del general Pinochet.

Durante estos años la justicia francesa ha indagado, escrutado e interrogado a decenas de testigos, familiares y víctimas. Al cabo de una paciente investigación (instrucción) realizada por tres jueces, las autoridades judiciales  francesas han decidido someter a proceso a las personas imputadas por los crímenes. La inusual duración de la instrucción -de la que no se puede descartar el fondo político, el carácter excepcional del proceso que persigue a responsables extranjeros que cometieron los delitos fuera del territorio francés a ciudadanos galos y el hecho que el juicio se haga en ausencia de los acusados- ha transformado esta cita judicial del próximo diciembre en un verdadero proceso histórico a la dictadura de Pinochet.

Esta afirmación es tan cierta que los periodistas franceses y los diversos medios informativos o acreditados en Francia, hablan del “proceso Pinochet”, aún cuando el principal responsable haya sido eliminado de la nómina de acusados después de su muerte, ocurrida, paradojalmente, el 10 de diciembre de 2006, día internacional de los Derechos Humanos.


Por qué la justicia francesa juzga crímenes cometidos por chilenos en su país?
A muchos chilenos les podrá parecer extraño que sea la justicia francesa la que juzgue crímenes o delitos cometidos en Chile, por chilenos, en el marco de situaciones criminales ocurridas en nuestro país. La respuesta es que las víctimas de estos crímenes son francesas.

El artículo 113-7 del Código Penal francés estipula claramente que: “la ley penal francesa es aplicable a todo crimen y delito sancionado con cárcel cometido por un extranjero fuera del territorio de la República (francesa), cuando la víctima es de nacionalidad francesa, en el momento de la infracción”.

Este ha sido el criterio legal en que se han basado los abogados de las familias de las cuatro víctimas involucradas en este proceso. Como lo prueba la documentación en poder de la Corte de Paris, las cuatro personas detenidas desaparecidas gozaban de la nacionalidad francesa en el momento del delito.

Georges Klein, por haber nacido en Francia, hijo de emigrantes; Etienne Pesle por haber nacido en Francia; llegó a Chile en 1953; Alfonso Chanfreau y Jean-Yves Claudet por poseer la nacionalidad francesa por filiación directa. En estas circunstancias la estricta aplicación de la ley francesa obliga a las autoridades judiciales de Paris a instruir el sumario.
 

http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=23058&Itemid=44

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Las penas del jardinero y la cocinera de la DINA


Domingo 21 de noviembre de 2010 | LND Reportajes

Testigos clave para develar los asesinatos de Carmelo Soria, Bernardo Leighton y Orlando Letelier, se encuentran viviendo al tres y al cuatro con una pensión de exonerado político que ni siquiera llega al sueldo mínimo, acusan aún sufrir de persecución y nunca haber recibido algún tipo de ayuda por parte de las familias de los afectados.
Un balazo que rompió el vidrio de la ventana de su comedor hace seis meses fue la última señal que recibió José Lagos de que aún lo estaban vigilando. Encerrado en su departamento en la comuna de San Bernardo, el cual ha enrejado hasta transformarlo en una verdadera cárcel, ha creado un operativo de vigilancia para protegerse de los extraños atentados que lo acechan hace casi 30 años y que lo han llevado, incluso, a crear vías alternativas que lo conduzcan a los negocios cercanos a su edificio para no comprar en el mismo lugar ni a la misma hora dos veces.
Don José (66 años) fue testigo clave en el juicio de los asesinatos del diplomático español Carmelo Soria, el ex vicepresidente Bernardo Leighton, el ex ministro de Relaciones Exteriores Orlando Letelier y del ex químico militar Eugenio Berríos. Por cosas del destino, él y su esposa, Delia Santander, trabajaron entre 1974 y 1978 como jardinero y cocinera, respectivamente, en la casa de Lo Curro del matrimonio de agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Michael Townley y Mariana Callejas, acusados de coordinar los operativos que terminaron con la vida de los amigos del Presidente Salvador Allende.
Una experiencia que cambió el rumbo de su vida como minero de Lota y que marcó a fuego en su memoria las imágenes de tortura y conspiración que presenció en la mansión de Vía Naranja. Tanto así, que junto a su esposa siguen tomando pastillas para conciliar el sueño y tranquilizantes para controlar la angustia que les genera ver a un carabinero o militar cerca de su domicilio. También para lidiar con los recuerdos. “No estoy arrepentido de haber sido el jardinero de Michael Townley, al contrario, le doy gracias a Dios por haber podido trabajar en ese lugar y ver lo que vi, para denunciar y ayudar a los familiares de esa gente. Porque si no hubiera estado ahí, quizás nunca se habría descubierto nada”, confiesa con las lágrimas inundando sus penetrantes ojos claros, quien actualmente sobrevive con una pensión de exonerado político que no llega al sueldo mínimo y que poco le sirve para adquirir los medicamentos que necesita su esposa, quien sufre de demencia senil y Parkinson.
El matrimonio decidió contar cada detalle de su experiencia como sirvientes de los agentes de la DINA, sin ningún tipo de retribución por parte del Estado o de las familias de los afectados, poniendo en riesgo su seguridad. Gracias a su testimonio se pudo descubrir las celdas de tortura y el laboratorio clandestino donde se producía el gas sarín que Michael Townley había construido en la casa. Incluso, José viajó a Roma el año 1995 para aportar antecedentes en el caso del atentado contra Bernardo Leighton y su esposa Ana Fresno. Por primera vez, el ex minero se subía a un avión y conocía los dólares. Asegura haber recibido una suculenta retribución por su testimonio en Italia, pero al llegar a Chile nunca vio el dinero, como tampoco volvió a ver a los abogados que lo acompañaron en la causa, Héctor Salazar y Nelson Caucoto.
Lo único que siguió viendo fueron los autos con patente diplomática que los seguían de noche, los accidentes automovilísticos que sufría sin explicación, las amenazantes llamadas telefónicas que recibía en su casa y las constantes persecuciones que vivían sus hijos afuera del colegio. “Fui nombrado testigo clave en casos emblemáticos de derechos humanos poniendo en riesgo mi vida y la de mi familia, y nunca nadie me llamó ni siquiera para darme las gracias. Hoy necesito el reconocimiento y la ayuda, sobre todo porque la pensión no me alcanza, sufro de reumatismo que me tiene destrozadas las manos y mi esposa empeora cada día más”, reclama José, quien enviará una petición de ayuda a La Moneda y, si esto no funciona, está decidido a demandar al Estado por daños y perjuicios.
Comunista sirviendo a la DINA
José Lagos y Delia Santander se conocieron en Coronel donde el hombre trabajaba en la mina de carbón de Lota Schwager. Tenía un puesto en la dirección del sindicato de la faena y militaba en las juventudes comunistas. “Como la mayoría de los chilenos quedé cesante en 1973 porque cerraron la mina, como mi familia era de izquierda comenzaron una persecución contra nosotros y con Delia decidimos arrancar a Santiago. Instalados en la capital, pusimos un aviso en el diario donde nos ofrecimos como un matrimonio con una niña de cuatro años para hacer las labores de jardinero y cocinera puertas adentro. Al otro día llegaron ocho parejas pidiendo nuestros servicios, pero los más insistentes fueron Mariana Callejas y Andrés Wilson, como se hacia llamar Townley. Ahí comenzó mi historia”, recuerda José, quien se deslumbró con la enorme casa y los lujos de la residencia de los agentes de inteligencia.
-¿Cuáles eran las labores específicas que realizaba en la casa?
-Era un buen trabajo y nosotros queríamos empezar una nueva vida, entonces el departamentito que nos pasaron para vivir era perfecto y a nuestra hija María, en ese entonces de cuatro años, le gustó la piscina y lo amable que era Mariana Callejas con nosotros. Mi labor específica era hacer el jardín, cuidar los hermosos rosales que rodeaba la casa y, de vez en cuando, servirle a las visitas, en su mayoría militares, que tenían reuniones bien secretas, donde todos hablaban en inglés y me tenían confianza porque pensaban que era un militar más por mi pelo corto. La Delia estaba encargada de la cocina, ella era una excelente ama de casa y cocinaba muy rico.
-¿Cuál fue el primer hecho extraño que vio en la casa de Lo Curro?
-Los primeros seis meses no vimos nada, todo estaba de lo más tranquilo, pero después nos dimos cuenta que los choferes tenían nombres falsos, que transportaban pequeñas maletas con armas en los automóviles y que cada día se juntaba más gente en las reuniones. También comenzaron a traer personas en la noche que encerraban en una especie de celdas que tenían en el garage. Una vez encerraron ahí a dos mujeres y un curita, y casi me mata Townley cuando me pilló dándoles comida y conversando con ellos a escondidas. Otra vez que me tocó hacer aseo en una pequeña pieza de la casa donde entraban ratones y conejos, quise sacar los cadáveres de los animales y limpiar la mugre del lugar, cuando llegaron los patrones se enojaron mucho conmigo porque ahí experimentaban con gas sarín y yo les boté a la basura los conejillos de indias.
-¿Cuándo decidió arrancar del lugar?
-Apenas me di cuenta que ahí pasaban cosas muy malas me quise ir, pero desde el comienzo nos pusieron vigilancia. Cada domingo libre que salíamos a dar vueltas, un auto nos seguía. Entonces tenía miedo que nos mataran, sobre todo después de que una noche escuché ruidos y bajé a ver qué pasaba y me encontré con un enorme charco de sangre. Fui de inmediato a contarle a don Andrés Wilson y me dijo que uno de los choferes había cazado un animal y por eso había manchas de sangre. Seguí preocupado, así que busqué en el auto los restos del animal para limpiar, pero no había nada, me puse a investigar y vi que habían huellas de sangre que llegaban hasta un barranco, ahí habían tirado el supuesto animal, que era nada menos que el cuerpo de Carmelo Soria. En ese momento decidí que debíamos escapar y, sin sacar ni una cosa de nuestra pieza, tomamos una micro hasta el centro, nos bajamos y tomamos otra hasta San Bernardo, donde nos subimos a un tren hasta Yumbel, así logré perder a los guardias que nos seguían.
-¿Cuándo se atrevió a declarar todo lo que sabía?
-Después de desaparecer en Yumbel por dos años, decidimos volver a Santiago. Hicimos una nueva vida y me puse a trabajar como cuidador de autos, cerca de un centro médico. Ahí veía cómo diariamente llegaban jovencitos completamente destrozados y decidí contarle mi pasado a una doctora amiga. Tenía miedo de la reacción que tuviera conmigo, que me tratara como un traidor por no haber hablado antes, pero mi historia se expandió rápido y al otro día llegó la familia de Soria a pedirme que los ayudara contando todo lo que había vivido. Esa misma semana comenzaron nuevamente a seguirme los automóviles. En más de tres oportunidades me tiraron el auto encima para matarme y cuantas otras quisieron raptarme, pero siempre pasaba algo que me ayudaba a escapar.
-¿Cómo cambió su vida después de haber sido el mozo de la DINA?
-No quisiera cambiar nada de mi vida, ni las experiencias con la DINA, ni siquiera la enfermedad de mi esposa. Es obvio que todo esto cambió mi manera de vivir, sobre todo porque una persona con mis creencias de vida y sociales terminara metida en medio de masacres y torturas, pero nos enseñó a unirnos más como familia y crear herramientas de sobrevivencia que utilizamos hasta hoy. Nuestra casa está toda enrejada; los vecinos saben nuestra historia y están pendientes de cada persona que llega a visitarnos. Incluso para llevar a Delia al consultorio, que está a una cuadra, tenemos todo un operativo con mi hijo, intentamos llevarla en auto, o darnos una vuelta antes de entrar, si hasta para tomar la micro me cambio de paradero. Digan lo que me digan, yo estoy seguro que los perros todavía andan sueltos y no se quedarán tranquilos hasta que logren un pedazo de esta presa.
-¿Cómo ha logrado superar todas estas experiencias?
-No las he superado, ni mi esposa ni mis hijos. Estoy seguro que el desgaste físico de mi mujer, lo rápido que la ha afectado su enfermedad, es por culpa de todo lo que hemos vivido. Delia actualmente es un bebé, yo debo bañarla, vestirla y llevarla al baño, ella antes era una mujer activa y su cuerpo no ha podido asumir todas estas experiencias. Pero mi familia es fuerte, mi sueño es volver a vivir a Coronel y para eso necesito la ayuda del Presidente, de las familias que ayudé o de los mismos abogados que alguna vez se acercaron pidiendo mi colaboración. No creo que mi valentía y fuerza por denunciar los asesinatos no valgan nada, si los jueces me nombraron testigo clave por algo fue y espero ahora me devuelvan la mano.
ABOGADOS DE DDHH OFRECEN AYUDA
El abogado que llevó el caso del diplomático Carmelo Soria, Héctor Salazar, recuerda vagamente a don José Lagos, pero su mente se aclara al escuchar que se trata del jardinero de Michael Townley. “Era un caballero muy amable, que viajó incluso a Roma a testificar en el caso Soria con todo pagado por el Estado italiano”, asegura Salazar. Es más, reconoce que el dinero que le entregaron al testigo en Europa era sólo por concepto de pasajes y estadía. “Nunca he conocido un caso donde a la persona que cuenta la verdad para esclarecer un caso reciba algún tipo de pago por su testimonio, no sería ético”, explica el abogado.
Para Nelson Caucoto, reconocido abogado de derechos humanos, el mozo de la casa de la DINA es una persona que ha perdurado en su memoria, aunque no recuerda bien como llegó hasta su oficina. “Lo recibí en la Corporación de Asistencia Judicial, era un hombre modesto, sincero, con ganas de aportar a la verdad con todo lo que había visto y nosotros decidimos respaldarlo moralmente, sobre todo para que no tuviera miedo de hablar”, explica Caucoto.
-¿Por qué cree que después de tantos años José Lagos pida ayuda por haber dado su testimonio?
-Son las vueltas de la vida, él sabrá por qué lo hace, pero cuando testificó estoy seguro que lo hizo por amor y no esperaba nada a cambio. Quizás con el tiempo las persecuciones que vivió le han impedido encontrar trabajo y llevar una buena vida.
-¿Le recomienda demandar al Estado?, como son los planes del jardinero.
-Lo invito a que se acerque a nosotros para orientarlo en lo que necesite y, de esta manera, no crear falsas expectativas de los beneficios que puede obtener. Pero sí me parece justo que el Estado pueda entregarle una ayuda humanitaria con alguna pensión solidaria como un gesto a su contribución en el pasado

NO A LA DEFORMACIÓN EDUCACIONAL

 
 Declaración de los Profesores y Estudiantes de la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía de la Universidad de Concepción
 
            Ante los recientes anuncios efectuados por el Ministro de Educación y Presidente de la República con respecto a la reducción de horas del sector de aprendizaje Historia, Geografía y Ciencias Sociales entre los niveles Quinto Básico y Segundo Medio, como forma de incidir en el mejoramiento de los resultados de aprendizajes en Lenguaje y Matemática los integrantes del Consejo de Carrera de Pedagogía en Historia y Geografía, pertenecientes a la Facultad de Educación, Departamento de Historia y Departamento de Geografía de la Universidad de Concepción y los estudiantes de la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía declaran ante la opinión pública regional y nacional lo siguiente:
 
1.  Rechazamos enérgicamente la manera inconsulta y antidemocrática con la que se ha tomado esta y otras medidas en el ámbito educacional. No se ha considerado la opinión de los actores involucrados en el proceso educativo (profesores del sistema escolar, académicos universitarios y estudiantes), lo que contraviene de manera flagrante las prácticas de convivencia democrática que justamente son promovidas desde los actuales marcos curriculares y especialmente desde el sector de aprendizaje Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
 
2. Una medida de esta naturaleza debiese estar fundada en sólidos argumentos, dada la magnitud de sus implicancias. Por el contrario, la investigación especializada en educación no entrega argumentos técnicos que avalen las medidas anunciadas. El mejoramiento en los procesos de aprendizaje de habilidades de lectura, escritura y cálculo matemático no se obtiene agregando más horas (horas que en Chile ya son suficiente a la luz de los  datos entregados por la misma OCDE y sus países miembros), sino potenciando transversalmente las asignaturas o áreas del conocimiento humanista y científico. Por lo demás la experiencia de la JEC (Jornada Escolar Completa) ha demostrado que agregar horas en determinadas áreas del currículum no garantiza mayores ni mejores aprendizajes.
 
3. En el currículum actual el sector de aprendizaje Historia, Geografía y Ciencias Sociales es el encargado de promover conocimientos, habilidades y actitudes que resultan claves para la inserción de los jóvenes en la sociedad, a través de la conformación de una conciencia ciudadana  y  el desarrollo de un pensamiento reflexivo y crítico. De esta manera, cualquier modificación curricular en este ámbito tiene directa incidencia en la práctica ciudadana y calidad de pensamiento en los futuros educandos.
 
4. Por lo anterior, estimamos que la medida de reforma que ha propuesto el actual gobierno carece de fundamentos empíricos y de legitimidad, por lo que hacemos un llamado a detener su implementación y promover el diálogo entre los diferentes actores implicados, con el fin de lograr una genuina propuesta de mejora educativa.
 
 
Concepción, Noviembre de 2010

viernes, 26 de noviembre de 2010

Ser profe… una vocación… ¿???


Muchas veces oyó hablar de la profesión docente, de ser profesor(a) y escuchó cada relato con atención, creyendo que detrás de esas historias se escondía un secreto hermoso atesorado por generaciones de viej@s que aprehendieron su oficio en aulas con la luz entrando por las ventanas y la tiza suspendida en el aire; salas con pizarrón de madera, con olor a manzana…

A veces fue a algunos de esos lugares cuando niña y miraba a l@s alumn@s sentados en sus puestos; había un aroma particularmente agradable a su olfato. El patio, el griterío, la mesa de la profe, las ventanas, las sillas en hileras… encendían en su mente sueños e ideas que dejó guardados por un tiempo en algún rincón oscuro de los estantes…

Después vio ciertas películas que le fueron mostrando la difícil cara de ese mundo, la lucha de personas no sólo por enseñar sino también por aportar en la construcción de una nueva mirada de la sociedad, a veces con sus discursos y en ocasiones con la fuerza de la acción. Es cierto, algunas de esas películas caían en ciertos clichés pero no por eso, perdían el valor y el significado de lo cotidiano.

Luego, en la U se fue gestando en ella, una mirada de la sociedad que pensó, podría instalarse desde el mundo educativo, (lo confiesa) entonces todo comenzó a cobrar tanto sentido, que hacer clases se transformó en una verdadera ansiedad, ser profe, pararse en una sala para leer, comentar un texto, extraer la savia de esas letras y ver ojos brillando al descubrir un nuevo giro creativo en una frase o una expresión sencilla, adquirió una fuerza extraordinaria ya no en sus ideas, sino en sus venas, en su pecho, como sensaciones que se agolpaban con tanta fuerza, con tanta fuerza; que se dio cuenta de cuánto le gustaba vivir ese proceso lento y cotidiano de ver crecer a un ser humano, con todo el costo que eso significara. Supo que hacer clases era algo importante, tan importante que tenía que tomárselo muy en serio y crecer también en ese viaje; luchar por darle un sentido cada día y cuestionárselo en el camino, darle más connotaciones a todas las palabras, una y otra vez; creer en todos los significados de la palabra enseñar o aprender o tarea o actividad o en las preguntas y en las miradas detrás de esas preguntas y bueno, le gustaba, le gustaba cruzar el umbral de esa puerta y encender esa luz  y sonreír alegremente cuando escuchaba a un@ de ell@s; verse en sus rostros a sí misma, hace años atrás, valorando el anonimato de esa tarea tan brutalmente importante.

A esas alturas, le resultaba inevitable pensar en lo social que tiene la labor pedagógica entender que si eres profe por vocación, si viste belleza en esto, necesitas descubrir qué significa decir una frase sutil a veces, casi sin tener conciencia de ella, pero que por alguna razón sabes, quedará latiendo en la retina, en la mente de otro o de otra, que te mira absorbiendo esa idea y haciéndola suya, deconstruyéndola o reconstruyéndola con sus materiales y herramientas, hasta hacerle cobrar más sentido.

Sin embargo, a poco andar en ese mundo te das cuenta que hoy ser profe tiene un valor distinto, se inserta en otros procesos, en otras ideas acerca del mundo, diametralmente opuestas a tus convicciones, y a tus dudas que, digámoslo, también forman parte de tus convicciones; porque crees firmemente en el valor de dudar, dudar que esto sea lo que “debe ser”. Le saltan chispas al teclado, porque sé que la tarea de ser profe pierde sentido cuando alguien te habla del SIMCE o de la PSU o de toooodas esas evaluaciones que te instalan en medio del camino y del proceso; la evaluación de la evaluación se convierten en un escollo y esa savia de las letras deja de tener su brillo, ya no sientes que enciendes la luz cuando cruzas el umbral y qué valor social puede tener esa tarea cuando sabes que tu trabajo forma parte del paquete ofrecido al cliente que contrata el servicio educativo de la empresa sostenedora del colegio; el sentido social de entregar las herramientas tiene un precio y a veces un precio bastante caro, por lo tanto tu tarea es una tarea suntuosa, y el desgaste ya no es una labor tan significativa porque forma parte de una explotación más junto a tantas otras explotaciones.

Recordó el diálogo que sostuvo una vez con cierto director cuando le dijo:

-Si no le da tiempo para planificar, preparar clases y corregir pruebas a un profe, entonces sí, es posible que consiga resultados, pero por un año, porque al final del proceso va a tener a un profe reventado, que al siguiente año no podrá rendir igual.

A lo que muy serena, honesta y tajantemente su “superior” le respondió:

-          Simple, se contrata a otro profesor pues.

Entonces ahora, que lleva seis años trabajando, ahora, que la han despedido de dos colegios, ha renunciado a otros tres y ha rechazado trabajar en varios, se pregunta qué sentido y qué valor tiene esta labor pedagógica, formar parte de ese crecimiento de seres humanos, cuando se instala en esa tarea desde la contradicción. La paradoja pesa en tu cotidianeidad simplemente porque no crees que la expulsión de un alumno sea el camino, que si te dijeron que tu tarea era enseñar no puedes decirle a alguien que tiene que irse, porque entonces simplemente no te estás haciendo cargo de esa tarea que asumiste y porque ¿con qué cara enseñas valores y actitudes a través de los famosos objetivos transversales?

En fin, es un círculo extraño el de ser profe, no se parece mucho al sueño que creció en ti hace años en esa aula, además la tiza suspendida ya no existe ahora (cosa que sin duda los pulmones agradecen); las pizarras son de acrílico, o interactivas. La realidad tecnológica es otra y la realidad económica e ideológica también; además los colegios hoy prefieren declarase confesionales católicos porque eso vende más, sube la matrícula ($$$$$) y se ganan más luks; los apoderados-clientes buscan eso, así se aseguran que dentro de la labor de guardería que cumplen los establecimientos mientras ellos trabajan, les metan ciertas ideas a sus cabros para que no caigan en el pecado o la delincuencia, cosas que ellos no tienen tiempo de enseñarles; por lo tanto el relevo es para la institución educativa. En ese contexto el plus se lo da lo religioso, mientras más estructurado y rígido sea todo, mejor. Ojalá con harta anotación en el libro y con harta hora de clase con el chiquillo sentado mirando al profe, para que le vaya bien en todas las pruebas que seleccionan al selecto grupo que ya ha sido seleccionado una y otra vez. Y en este elitista proceso de enseñanza, no sabes por qué extraña razón tu vocación comienza a diluirse y entonces surge la pegunta: “¿qué más sé hacer aparte de enseñar?? Mmm porque en realidad me huele a que esto no es lo mío, no se parece a ese sueño que tuve, ser profe en ESTA sociedad, NO tiene el valor y la trascendencia tan poderosa en la que creíste…bueno hablo por mí, corrijo: ser profe en esta sociedad no tiene el valor y la trascendencia en la que creí.


En medio de este proceso, cuando no hay horas para preparar ni corregir, cuando sabes que los países que obtienen buenos resultados y pueden sentirse confiados de su calidad educativa, entregan a sus equipos docentes esas horas proporcionales a las horas aulas…, insisto, en medio de este proceso escuchas la expresión de moda: evaluación docente ¿Evaluación docente???, sí, demás, me parece interesante e incluso necesaria, pero por alguna razón me suena a carerrajimo de nuevo, se nos responsabiliza a nosotr@s por los malos resultados de un proceso viciado desde sus raíces, en su estructura. Asumo la responsabilidad que a mí me corresponda, pero evaluémonos tod@s, partiendo por el ministro y por quienes construyen y hablan de educación en este modelo económico, ensuciando lo que este proceso significa y empañando la vocación de tant@s como yo, al darle un sentido tan superficial e indigno a la tarea.

                                                                                      Machuca Fierro

sábado, 20 de noviembre de 2010

Un año vertiginoso

Sin duda este ha sido un año vertiginoso… y ahora que estamos cercanos al final cabe preguntarnos ¿qué queremos para el próximo?, creo que comenzar con exigirle al Señor  Piñera que cumpla con las promesas de su campaña sería un buen comienzo…
Y si no lo hace ¿qué?... bueno preocupémonos de recordárselo, que no pasen inadvertidos los cientos de despidos en organismos públicos, la rebaja o anulación de las pensiones de gracia (los casos irían a “reevaluación”), el cese de la otorgación de subsidios habitacionales solidarios, etc, etc, etc.
Por otra parte estamos en vías de convertirnos en el paraíso del neoliberalismo, muestras políticas de protección ambiental, de protección a los trabajadores  han demostrado con creses ser insuficientes y bueno… ¿Cuándo piensa, el actual Gobierno hacerse cargo de estas situaciones? Mucho se ha dicho, pero en concreto se ha hecho muy poco, sigue imperando la defensa de los intereses privados por encima de la de los del pueblo, pero ¿a alguien le extraña esta situación? Este señor que tiene las manos metidas hasta en el futbol, difícilmente va a impulsar medidas que a la larga perjudican sus propios intereses… pero bueno, es así como están las cosas…. Lo importante es qué hacemos frente a estas situaciones, podemos reclamar seguido, poner el tema en nuestras conversaciones cotidianas y eso estará bien, pero lo mejor que podemos hacer es organizarnos, sólo la organización nos dará la fuerza suficiente para exigir lo que por derecho nos pertenece, un país al servicio del pueblo, que es bien distinto a un pueblo al servicio de los dueños del país.
¡Que el vértigo no nos impida movilizarnos!
Si no hay justicia
¡Hay Funa!

“Siempre se infunde miedo en nombre del bien”



 
Aun antes de que la extrema velocidad de Internet revolucionara la vida cotidiana de todo el planeta, Virilio teorizaba sobre los riesgos que la velocidad implica para la democracia y los derechos humanos. En su último libro, La administración del miedo, analiza los mecanismos de control político que el poder utiliza para gestionar a la sociedad.
 
 
Por Eduardo Febbro
 
 
La velocidad destruye. En una suerte de paradoja vinculante donde se combinan el progreso y la catástrofe, la velocidad y su corolario de soportes técnicos han interconectado al mundo al mismo tiempo que creado una peligrosa simultaneidad de emociones. Esta es la tesis central que, con una anticipación sorprendente, viene argumentando el urbanista y pensador francés Paul Virilio. Antes de que la extrema velocidad de Internet se instalara en la vida cotidiana de casi todo el planeta, Paul Virilio intuyó el riesgo intrínseco en el corazón de esa hipercomunicación y los desa-rreglos profundos que acarrean el desarrollo tecnológico y la velocidad. La férrea crítica que Paul Virilio despliega le valió el apodo de “pensador y promotor de la catástrofe”. El intelectual francés, hijo de un comunista italiano refugiado, no niega sin embargo la validez de los progresos, sino que propone una suerte de reflexión sobre el tiempo, una filosofía política para pensar y controlar la velocidad. Hombre afable, de frases cortas y contundentes, Virilio acota que “la velocidad de las transmisiones reduce el mundo a proporciones ínfimas”, al tiempo que la rapidez reemplazó la uniformización de las opiniones por “la uniformización de las emociones”. Para Virilio, los conceptos de democracia y derechos humanos están en peligro. El uso actual de la tecnología conduce a una reactualización del totalitarismo. La velocidad es poder, poder de destrucción, poder que inhibe la posibilidad de pensar. En su último libro, La administración del miedo, el ensayista francés apunta hacia otro de los mecanismos de control político con que el poder gestiona las sociedades humanas: el miedo. Miedo a la bomba atómica, miedo al terrorismo, y el miedo verde, el temor ante el agotamiento de los recursos naturales y al desastre ecológico. Muchas de las ideas enunciadas por Paul Virilio casi a finales de los años ’70 se vieron repentinamente actualizadas con los atentados del 11 de septiembre. Las sociedades escatológicas anticipadas por el autor, la camisa de fuerza tecnológica que los Estados pusieron en los individuos, la velocidad como factor totalitario y adormecedor, la irreflexión de los medios y el flujo interrumpido de imágenes y emociones tan instantáneas como universales pasaron a formar parte de nuestra realidad. Televigilancia, trazabilidad de los individuos, control de la información, procedimiento de simulación de la realidad para tapar lo real no son ideas negras sino la luminosa realidad que nos encandila. Virilio propone un antídoto irónico: crear un “Ministerio del Tempo” para, como en la música, regular los ritmos de la vida.
 
La dictadura de la velocidad
Usted se interesó de forma muy temprana en el fenómeno de la velocidad, incluso antes de que su realidad irrumpiera en nuestro mundo. Uno de sus libros más famosos, Velocidad y política, data de 1977. ¿Qué lo llevó a intuir con tanta anticipación que la velocidad iba a convertirse en un actor central de la vida humana, al que usted llama “una potencia de destrucción”?
–Hay dos elementos. Yo nací en el año ’38 y, por consiguiente, soy hijo de la Segunda Guerra Mundial. En ese contexto encontramos dos datos que me marcaron mucho. Lo que se llamó “la guerra relámpago” y la Shoá. No se puede comprender nuestra época sin la clarividencia funesta de la guerra total, es decir la exterminación masiva de las poblaciones civiles durante los bombardeos, y también en los campos de concentración. Lo que vivimos hoy se desprende de la importancia de la velocidad en estos acontecimientos. El revés del ejército polaco, el revés del ejército francés y los países invadidos en pocos días son un reflejo de esa velocidad. Soy entonces un hijo de esa guerra relámpago, de la guerra en alta velocidad. Todo mi trabajo y el interés que presté a la aceleración me llevaron a comprender hasta qué punto la velocidad era un elemento determinante de la historia moderna, es decir, de la historia de la Revolución Industrial.
 
Usted sugiere que hoy estamos bajo una suerte de dictadura de la velocidad?.
–Totalmente, y tanto más cuanto que hemos pasado de la velocidad móvil, es decir de la velocidad de los tanques, de los autos y de los aviones supersónicos, a la velocidad de la luz, a la velocidad de las ondas electromagnéticas. Estas ondas vehiculan la información, las comunicaciones, y, sobre todo, la interactividad. Esto significa que nuestra sociedad no es una sociedad activa sino interactiva, o sea, la sociedad actual pone en funcionamiento la velocidad de las ondas electromagnéticas para interactuar. No se puede comprender la globalización sin esta aceleración absoluta en todos los campos, incluido el campo financiero. La crisis financiera mundial que estalló en 2008 no es sólo un problema financiero, sino un derivado de la velocidad. Las cotizaciones automatizadas entre bancos, realizadas por plataformas automáticas, jugaron un papel central en la crisis. El factor de todo esto ha sido la velocidad: la velocidad domina, la velocidad de la luz, de las ondas se impusieron sobre la velocidad de los móviles, del transporte, de los medios de transmisión tradicionales. Es imposible comprender la realidad del mundo sin esta configuración. En los años ’40 se hablaba de la aceleración de la historia, hoy estamos ante la aceleración de lo real, la aceleración de la realidad. Todos los sectores de nuestra civilización están afectados por la aceleración de lo real. Es una evidencia que aún no ha sido reconocida plenamente.
 
Hannah Arendt decía que la dictadura se plasma en una suerte de velocidad del movimiento.
–El terror es la concretización de la ley del movimiento. El terror es indisociable de la velocidad. La temática de la velocidad es también la cuestión de la sorpresa, y la sorpresa es el miedo. Cuando alguien nos toma por sorpresa decimos “ay, qué susto me diste”. La velocidad absoluta y la sorpresa están íntimamente ligadas. Se trata de un fenómeno de pánico, un fenómeno que se refiere al terror. Nuestra época es muy singular. Nuestra percepción del tiempo y de las distancias ha sido trastornada. La Tierra es demasiado estrecha para cualquier forma de progreso. La velocidad de las transmisiones reduce el mundo a proporciones ínfimas.
 
La sincronización de las emociones
Otra de las características que usted pone de relieve en nuestra modernidad, o en nuestra actualidad, es la sincronización de las emociones. Todos sentimos casi lo mismo, en el mismo momento.
–Absolutamente. Las sociedades de antes estaban bajo el signo de la estandarización de las opiniones. Si tomamos como referencia la Revolución Industrial nos encontramos con la estandarización de los productos, lo que llamamos la industria, y también de las opiniones. A través del desarrollo de la prensa y de los medios de comunicación se operó una uniformización de las opiniones públicas. Ahora, hoy, con la interactividad, ya no se trata más de la uniformización de las opiniones, sino de la sincronización de las emociones. Estamos ante una sociedad en donde la comunidad de emociones reemplaza la comunidad de intereses. Se trata de un acontecimiento político prodigioso. Las sociedades vivieron bajo el régimen de la comunidad de intereses, de allí la estructura de las clases sociales, los ricos y los pobres, el marxismo, etc., etc. Hoy vivimos bajo el régimen de una comunidad de emoción, estamos en lo que he llamado un comunismo de los afectos: resentir la misma emoción, en el mismo instante. El 11 de septiembre de 2001, delante de una catástrofe telúrica equivalente a un terremoto o un tsunami, el planeta estuvo en la misma sintonía de emoción. Es un acontecimiento político inédito en la historia de la humanidad. Se trata de un acontecimiento pánico que pone en tela de juicio la democracia. La tiranía del tiempo real representa una amenaza considerable que no ha sido tomada en cuenta. Se hacen bromas sobre la telerrealidad y esas cosas, pero este fenómeno nada tiene que ver con la telerrealidad. ¡Ocurre que se ha llegado a sincronizar a la misma realidad!
 
–¿En qué sentido esta sincronización de las emociones pone en peligro la democracia?
–La democracia es la reflexión común y no el reflejo condicionado. No existe opinión política sin una reflexión común. Pero hoy lo que domina no es la reflexión sino el reflejo. Lo propio de la instantaneidad consiste en anular la reflexión en provecho del reflejo. Cuando me invitan a un debate en la televisión, me dicen: “Qué bien, usted trabaja desde el año ’77 en los fenómenos de velocidad. Tiene un minuto para explicarme todo eso”. No es posible. Estamos ante un fenómeno reflejo, pero la democracia reflejo es una imposibilidad, no existe. Lo mismo ocurre con la confianza. Las Bolsas están en crisis, porque hay una crisis de la confianza. ¿Y por qué hay una crisis de confianza? Porque la confianza no puede ser instantánea. La confianza en un sistema político o financiero no es automática. La opinión tampoco puede ser instantánea. Ahora bien, los sistemas administrados por los políticos, incluido el sistema financiero, son fenómenos que tienden hacia el automatismo. La automatización es todo lo contrario de la democratización.
 
La lentitud y la aceleración
Podemos pensar que existen dos mundos paralelos: el mundo de la lentitud, el mundo primitivo, que está fuera de la burbuja tecnológica, y el mundo de la velocidad, el mundo desarrollado expuesto sin freno a la atracción de la velocidad.
–En primer lugar, quiero decir que el mundo de la velocidad instantánea conduce a la inercia. De alguna manera, la lentitud de las sociedades antiguas anuncia la inercia de las sociedades futuras. La rapidez absoluta conduce a la inercia y la parálisis. La interactividad prescinde del desplazamiento físico y de la reflexión, por consiguiente, el incremento constante de la velocidad nos llevará a la inercia. El problema ya no concierne tanto a la lentitud o la velocidad, sino que concierne a la inteligencia del movimiento. Cuando me preguntan “¿Acaso hay que aminorar?, yo respondo: No, hay que reflexionar”.
 
–¿Y cuál es el punto central de esa reflexión?
–Debemos reflexionar sobre el ritmo. Como en la música, nuestra sociedad debe reencontrarse con el ritmo. La música encarna perfectamente una política de la velocidad. A través de los tempos, el ritmo, la música es la encarnación misma de la política de la velocidad. Debemos elaborar una musicología de la vida. El problema no consiste tanto en aminorar la velocidad, sino en inventar ritmos sociales, políticos o económicos que funcionen. De lo contrario terminaremos en la inercia, es decir, en la lentitud y la parálisis más grandes que las de las sociedades del pasado, las sociedades sedentarias, rurales. De hecho, no necesitamos una visión revolucionaria sino una suerte de fuerza de revelación.
 
–Las reglas del juego planteadas hoy tornan, sin embargo, imposible retroceder ante la velocidad.
–Yo no expongo un trabajo retrospectivo sobre el bienestar del pasado, sino una reflexión sobre el porvenir. Soy un progresista. Por ello no hablo de desacelerar sino de elaborar una inteligencia del movimiento, una suerte de economía política de la velocidad. Esto consiste en reencontrarse con el tempo. El descontrol del tempo hizo volar en pedazos el sistema de producción y de trabajo. Las consecuencias de esta desregulación del tempo las constatamos en la empresa France Telecom, donde los empleados se suicidan. Nos falta el ritmo. Todas las sociedades antiguas eran rítmicas: estaban la liturgia, las fiestas, las estaciones, la alternancia del día y de la noche, el calendario, etc., etc. Pero con la aceleración de lo real hemos perdido esta organización rítmica. Vivimos en una sociedad caótica. La velocidad redujo el mundo a nada. El mundo es demasiado pequeño para el progreso, demasiado pequeño para la instantaneidad, la ubicuidad. Esta es una de las grandes cuestiones políticas y uno de los grandes planteos de mañana en materia de derechos humanos.

El control del mundo por el miedo
 
Su último libro, La administración del miedo, le agrega a la velocidad otro factor de control: usted afirma allí que el miedo es un arte para gobernar.
–Estamos ante un acontecimiento cósmico. La raíz del miedo es lo que se llamó el equilibrio del terror, el miedo al fin del mundo engendrado durante la Guerra Fría. Podemos decir que el primer gran miedo de destrucción masiva tiene 40 años y remonta al proyecto de instalación de misiles en Cuba, en los años ’60. En 2001 entramos en otra fase, que es el desequilibrio del terror. De pronto, con los atentados del 11 de septiembre, el desequilibrio se convierte en un terrorismo ciego, que puede golpear en cualquier momento y en cualquier lugar con una potencia colosal. Aún nos encontramos en ese desequilibrio del terror. Un puñado de individuos desarmados puede causar tanto daño como un ejército. Un grupo de hombres puede así provocar desastres considerables con un mínimo de medios. El tercer gran miedo que nos acecha es el del agotamiento de los recursos naturales. La Tierra es demasiado pequeña para el progreso y sus recursos pueden ser insuficientes de cara al porvenir. Vivimos con esos miedos. La angustia, la desesperanza, el carácter suicidario de muchos jóvenes tienen mucho que ver con esta dominación del miedo sobre nuestras conciencias. Nos enfrentamos a un fenómeno de pánico globalizado.
 
–Usted tiene una interpretación diferente de la ecología, muy crítica. No la califica como una ideología totalitaria, pero sí con los rasgos de un instrumento que está ahí para dar miedo.
–El miedo ecológico se suma al miedo que engendró la Guerra Fría, al miedo que instaló el terrorismo. No estoy en contra de la ecología, para nada. La ecología es necesaria para preservar la Tierra. Pero no se puede aceptar lo que plantea el discurso ecológico actual, es decir, una suerte de difusión de miedo global. No olvidemos que existe una constante: ¡siempre se infunde miedo en nombre del bien! Hay que evitar eso. Los ecologistas están tentados de convencer mediante el miedo. El discurso ecológico debe imperativamente ampliar su campo y relacionar la ciencia del medio ambiente con la filosofía, con las ciencias humanas, con la democracia. Detrás de la ecología hay una ideología amenazante, que es la del espacio vital. Cuando se piensa en el nazismo se lo asocia con el racismo, pero no con la dimensión del espacio vital. Los nazis ponían carteles que decían: “Bosque prohibido a los judíos”. Se trataba de un espacio vital. Si queremos una ecología humana, humanitaria, debemos desconfiar de la dimensión vitalista propia al nazismo. No estoy en contra de la ecología, para nada. Pero, como hijo de la guerra total, recuerdo esa noción de espacio vital que fue el resorte de la Segunda Guerra Mundial.
 
–La gestión del miedo –a la bomba, al desastre ecológico, al terrorismo, al de-sempleo, al inmigrante, a la inseguridad– se ha vuelto el principal instrumento de gestión política. De esa estrategia nació otra amenaza: la vigilancia, el seguimiento, la trazabilidad de los individuos.
–Ello explica el desarrollo de la televigilancia, las propuestas para recabar las huellas de los individuos. Hasta podemos pensar que, mañana, la noción de identidad, de documento de identidad, será remplazada por la trazabilidad de las personas. Una vez que se controlan todos los movimientos de un individuo, la cuestión de su identidad pierde todo interés. Basta con recabar informaciones sobre sus movimientos y la velocidad para localizar la persona o el producto. La trazabilidad es un elemento inquietante de la vigilancia. El miedo siempre ha sido un instrumento para gobernar.
 
En La administración del miedo usted resalta que la propaganda en torno de ese gran Eldorado que son las nuevas tecnologías es también vector del miedo porque duerme a la gente.
–Albert Einstein decía: “Nuestra tecnología sobrepasó nuestra humanidad”. Resulta obvio que las tecnologías representan hoy una amenaza en la medida en que no controlamos el progreso. Los adelantos tecnológicos han dejado de estar controlados por la humanidad.
 
A fuerza de velocidad, de miedo, de tecnología, de metas eficaces, de aspiración a resultados, de estrategias de gestión, el sueño tecnológico de un ser humano mejor desembocó en una humanidad amenazada por las propias máquinas que crea.
–Sí, sin dudas. El hombre empieza a estar de más. Asistimos ahora a una reactivación económica sin empleo. Ya se habla de inactivos crónicos y no de desempleados coyunturales. La carrera hacia la productividad reemplaza a los productores, es decir, el trabajo del ser humano. Nuestra civilización está amenazada. El respeto de los derechos humanos está en tela de juicio. Necesitamos un esquema de pensamiento distinto para evitar la catástrofe. Nos hace falta elaborar un pensamiento político de la velocidad





                                                               

sábado, 13 de noviembre de 2010

La estrategia del Gobierno en el juicio contra Mapuches de la zona de Arauco

Nov 10, 2010

Después de tres días del juicio contra 18 comuneros de la zona de Arauco por actos de resistencia, se ha evidenciado una preocupante situación. No es un juicio contra 18 peñi, sino una advertencia del estado chileno a los procesos que llevan adelante distintas comunidades en Wallmapu. Intentando por todos los medios criminalizar y desvirtuar el proceso de recuperación territorial del sector Choque.

Queremos presentar un resumen de la estrategia del Gobierno, el ministerio público y los poderes económicos, para condenar a los peñi, demostrando así su real cara, resguardar los intereses de los grandes grupos políticos y empresariales, y su estrategia de genocidio contra nuestro pueblo Mapuche.



Gobierno:

En el primer día de juicio, el gobierno realizo un “téngase presente” (algo así como un saludo a la bandera) en relación a la recalificación de la querella por ley antiterrorista. Como esta adherido a esa querella, interpuesta por el ministerio publico, no puede desadherirse, pues esto lo obligaría a retirarse del caso como parte acusatoria. Sin embargo, como su afán es que los peñi sean condenados, mantiene su participación, en el “téngase presente” plantea que al final del juicio (en caso de ser encontrados culpables) recalificaría, a delito común, pero a cambio solicita al tribunal penas que alcanzan en algunos casos los 20 años de prisión.

Por tanto, la acusación va tal cual se presento en el acto de apertura, por el ministerio publico, con ley antiterrorista incluida.

Ministerio público (representado por el fiscal anti Mapuche Andrés Cruz): 

Basa su acusación en conjeturas, supuestos, no presenta una acusación objetiva de los hechos.

Parte su acusación mencionando hechos ocurridos el año 2004 presentando como hito central el incendio al fundo Ranquilwe. De ahí va incorporando los diversos actos de resistencia dentro de un mismo contexto: “la recuperación productiva de tierras y el control territorial” (acusación política ideológica, cargada de subjetividad), hasta llegar al enfrentamiento con los perros de Elgueta.

En este contexto, la CAM liderada política y militarmente por llaitul, se vincularía a diversos robos de madera ocurridos en la zona de Arauco, desde el 2004, dándole a estos un carácter político- ideológico, “la recuperación productiva de tierras y el control territorial".

Hace énfasis en el robo de madera, pues es el único hecho que tiene más coherencia como delito y del cual dice tener pruebas más concretas.

En el caso de la acusación que tiene relación con los incendios, la única prueba son los testigos protegidos que, por lo demás, no serían presentados por la fiscalía. Lo que va a presentar es la reproducción de la declaración de su testigo principal, es decir, será leída por un tercero, lo que impedirá a la defensa ver sus gestos, tono de voz, reacción a preguntas o documentos, etc.

En cuanto a los demás testimonios, son testigos de oídas, lo que no es lo mismo que un testigo de hecho (de los hechos). Y como la única prueba que tiene a los peñi presos son las declaraciones de estos testigos la fiscalía se estaría quedando sin pruebas o sin pruebas reales, sino que contaría unicamente con pruebas inventadas o manipuladas (como en el caso del asesinato del peñi Collio).

En resumen el ministerio público, está basando su acusación en un contexto creado y manipulad, pues integra en un mismo contexto el robo de madera, los incendios, enfrentamientos, comunicados, sin tener pruebas concretas que conecten todo lo anterior. Esta situación llevaría su acusación a un plano totalmente subjetivo, no se atiene a la objetividad que debe llevar el debido proceso (algo que tanto defienden). Algo que no es nuevo en casos contra mapuche.

Otro dato relevante, es una acusación que realiza la fiscalía, en la cual, se presenta como “nosotros la forestal Mininco”, lo que demuestra que el fiscal Cruz cortó y pegó la querella de la Mininco. Es notable la subordinación al poder económico por parte del Ministerio público.

Jueces:

La tendencia de los jueces, hasta el momento, ha sido favorecer a la fiscalía, aceptando sin mayor cuestionamiento lo expuesto por éstos. Por ejemplo, aceptó el reingreso de testigos y peritos que quedaron excluidos en la preparación de juicio oral, sin que esta exclusión haya sido apelada en su momento por la fiscalía. Además, están permitiendo el ingreso de fotos y videos sin peritos que los respalden, vulnerando nuevamente el debido proceso.

Esta tendencia es peligrosa, puesto que al aceptar testimonios que se afirman en la subjetividad, dará validez a un constructo, con características de montaje, creado por Estado chileno a través de la ANI , PDI , SIP, en conformidad con el poder económico, logrando así encarcelar a los peñi y de esta forma seguir avanzando en su política de genocidio hacia nuestro pueblo Mapuche.

Policía y medios de comunicación:

Se ha caracterizado el juicio por la presencia de un gran despliegue policial y periodístico, que repleta casi en su totalidad la sala del juicio.

En las afueras el GOPE, fuerzas especiales y la SIP de carabineros por un lado y la PDI por otro, dan un tinte represivo al ambiente intentando atemorizar (sin lograrlo) a los familiares y amigos que llegan a acompañar.

Por otra parte la acción periodística mantiene la misma tendencia de tergiversar, criminalizar incluso culpar (antes de concluído el juicio) no solo a los 18 peñi acusados sino a todo proceso de reivindicación territorial y política que lleven adelante las comunidades Mapuche

Fuente: http://www.paismapuche.org/

viernes, 12 de noviembre de 2010

En el año del sentimiento patrio exacerbado II

…Y después de todo lo relacionado con el terremoto se nos vino el caso de los 33 mineros sepultados bajo 700 metros de tierra en la mina San José… un país entero, que digo un país el globo completo pendiente de cada detalle de la tragedia convertida en “docu reality” que vivían estos 33 compatriotas, vale mencionar que esta terrible situación era ABSOLUTAMENTE EVITABLE si, el Estado hubiera cumplido su rol fiscalizador y regulador de las condiciones de seguridad paupérrimas en las que son obligados a laborar los mineros, obligados digo porque la necesidad de mantener a sus familias obliga (no sólo a los mineros, pensemos también en las temporeras(os), en los trabajadores de la construcción y en fin, en trabajadores de fábricas, frigoríficos, etc.) a aceptar desempeñar sus labores bajo condiciones de inseguridad muchas veces extremas; pues bien ya no se había evitado, las denuncias de los trabajadores y los accidentes anteriores en la mina no fueron suficiente para que se hiciera lo que se debía y ya era tarde para lamentaciones, había que sacarlos.

Felizmente todos salieron con vida, el show mediático nos lo confirmó con creses, y el orgullo de ser “un país que hacías las cosas bien” nos inundó a todas y todos, pero al parecer olvidamos que durante gran parte del tiempo que los 33 héroes de la patria sufrían bajo tierra, 35 mapuches sufrían sobre ella, haciendo huelga de hambre para que se les otorgaran las garantías individuales que todo Estado que se dice democrático debería respetar. Hagamos memoria y por favor abramos los ojos de una vez!!! Se ha criminalizado permanentemente la lucha reivindicativa del pueblo mapuche, estos 35 también compatriotas nuestros, exigían su derecho a un juicio justo, a no ser juzgados por la ley antiterrorista heredada de la dictadura y creada con la finalidad de realizar persecuciones políticas, coincidentemente varios de los mayores problemas de los mapuches también son heredados de este oscuro período de nuestra historia, basta indagar cuántas hectáreas de sus tierras ancestrales fueron compradas a precio de huevos(literalmente) por los secuaces y empresarios aliados de Pinochet, y claro, como gran parte de este pueblo no tenía títulos de dominio sobre ellas, se les arrebataron sin contemplaciones y adivinen… ahora que luchan por recuperarlas el Estado les vuelve a poner la bota encima, los encarcela y los procesa (o lo intenta) bajo el logo de “TERRORISTAS” que susto….

El cuestionamiento que me surge es por qué los medios casi ignoraron a estos 35… ¿Será porque siguen al servicio de los poderosos? ¿Porque les gusta el sensacionalismo y era más espectacular mostrar hasta cuando los mineros hacía pipi?... quien sabe en una de esas la cosa va por ahí…. Y lo que es peor aún ¿Por qué como sociedad escogimos selectivamente la indiferencia frente al sufrimiento? ¿Por qué no nos sentimos también orgullosos de este grupo de compatriotas que se atreve a no cesar en la lucha por sus derechos?

Dejo abierto el espacio a las respuestas…

Victoria Colectiva

HIJO DE LA REBELDÍA


No cabe duda de que la frágil memoria histórica ha transformado al Chile de hoy en un país de fantasmas que penan a diario por recobrar el espacio que merecen y el protagonismo de una Revolución que no es mera utopía, ni políticas reformistas de una nueva izquierda que olvidó, pactó y sigue pactando para mantener este sistema.

Y esa memoria que queremos rescatar, ¿no es acaso una cadena de años de lucha, de sacrificios, de dolores? ¿Acaso no es la historia de nuestros abuelos y abuelas, padres, hermanos y hermanas, de nuestros propios hijos, de los amigos y amigas que ya no están con nosotros y de los que siguen valientemente construyendo? No hay azares en los actos de los compañeros de lucha: hay causas y consecuencias. En la vida de cada uno de los combatientes populares hay un referente histórico personal y colectivo, ese es el verdadero compromiso que nuestra memoria histórica de izquierda debe recuperar, el compromiso de luchadores como Freddy Fuentevilla, militante del MIR que hoy se halla prisionero en la Cárcel de Alta seguridad sin tener derecho a un juicio justo puesto que la obvia realidad jurídica de este país nos enfrenta a un sistema judicial servicial a los intereses de los poderosos. Freddy ya ha sido condenado por este sistema, por los medios de comunicación, por cuanta opinión pública de derecha, concertación o de izquierda que establece con fantoche seguridad que en estos tiempos ya no existe Lucha de Clases, que “la gente” debe organizarse para pedir “justicia redistributiva”…justicia que nos enfrasca en discusiones electoralistas y circos de elecciones. Mientras tanto… compañeros y compañeras, la lucha sigue a diario, resistiendo la explotación y represión de esta “Democracia”, resistiendo los que estamos fuera de la cárcel y todos los luchadores que como Freddy han sido consecuentes con su historia, con sus principios, con su memoria: Freddy militante, Freddy padre, Freddy hijo, Freddy hermano; Freddy Fuentevilla, otro hijo de la Rebeldía.

¡¡¡Si no hay justicia
Hay Funa!!!!

sábado, 6 de noviembre de 2010

Que la minería sea la que se vaya al hoyo


Por Paulina Acevedo Menanteau *

Del intragable reality show en que convirtieron al encierro de los trabajadores atrapados en la mina San José, pasamos al oportunismo político sin escrúpulos y a los anuncios de triste crianza de un Presidente que no tiene filtros, dado su protagonismo enfermizo y paupérrimo estilo fric.  Tanto, que hasta su propia mujer lo llamó al decoro de no volver a sacar el archiconocido mensaje de “Estamos bien los 33 en el refugio”, que carga siempre encima como si se tratara de un pañuelo para sonarse la nariz.

Hasta con piedras en los bolsillos se paseó por Europa Piñera durante su gira presidencial tratando de sacar rédito de una tragedia que se transformó en un infierno para algunos de los mineros, debido a la sobre exposición a la que han estado expuestos. Misma que en los últimos días incluyó visita a La Moneda, con entrega a cada uno de ellos de una réplica en miniatura de la fénix que los trajo a la “nueva vida” a modo de trofeo, para más tarde, siguiendo con la agenda, ir al Congreso Nacional a que los honorables parlamentarios se sacaran fotos con los rebautizados “héroes del bicentenario”.
También en el viejo continente, aprovechando la mediática vitrina internacional, Piñera se comprometió en Londres al término de su reunión con el primer ministro David Cameron a garantizar por ley la seguridad de los mineros en Chile y fomentar una cultura "del respeto y la protección de los trabajadores", según dijo, tras "una profunda revisión de los estándares vigentes".  Asegurando que firmaría el Convenio N° 176 de la OIT sobre seguridad y salud en las minas, cuando bien sabe que su ratificación debe contar con el visado del legislador.  Y es que al prometer, del mismo modo que al pedir, supuestamente no hay engaño.
Pero tras todas estas escaramuzas, sí hay una postura falaz, cuyas evidencias se  manifiestan en la atención diferenciada que da a otros graves problemas ocasionados por la industria de la minería: los tranques de relave.  Que de lavar no tienen nada, muy por el contrario, constituyen almacenajes de desechos tóxicos que han ocasionado muertes, enfermedades, desplazamiento forzado de población e incluso inundaciones de poblados enteros.
Situaciones inaceptables que fueron reveladas a la opinión pública el pasado lunes 25 de octubre por el excelente reportaje “Minas de Oro, desechos de muerte”, de la periodista de CNN Chile, Carola Fuentes.  Un trabajo con años de investigación.
Una situación que incluso fue representada al propio Piñera dos días más tarde, mediante carta entregada en La Moneda por los familiares de María Angélica Chamorro y Alejandro Gálvez, quienes murieron junto a sus dos pequeñas hijas, María Alejandra (8 años) e Isabel Angélica (4 años), producto del derrumbe de un relave de la minera Las Palmas en Pencahue (propiedad de Francisco Javier Errázuriz) tras el terremoto del pasado 27 de febrero, debido a que se realizaron de labores de exploración en dicho tranque no autorizadas por Sernageomin.  Por lo que hoy continúan clamando justicia, sin obtener respuesta alguna por parte de las autoridades ni de los tribunales.
Realidades dramáticas que se denunciaron también dos días después -el viernes 01 de noviembre- a las puertas del palacio de gobierno.   Con una masiva manifestación de  miembros del pueblo de Caimanes, junto a familiares y amigos de las once personas de dicha localidad que por más de 40 días mantienen una huelga de hambre indefinida en el Colegio de Profesores de la Provincia del Choapa, ante la amenaza cierta que representa para la vida humana y para la agricultura del Valle de Quilimarí, al interior de Los Vilos, el recién construido tranque de relave El Mauro de minera Los Pelambres, de la empresa Antofagasta Minerals (propiedad del grupo Luksic, uno de los más poderosos del país y los nuevos dueños de canal 13). Medida de presión que señalan llevaran hasta las últimas consecuencias, si el Presidente no escucha sus demandas, como lo hizo con la pasada huelga de hambre de los presos políticos mapuche.  De hecho cuatro de ellos tomaron la determinación de convertirla en huelga seca, presentándose en la Corte de Apelaciones un recurso de protección para alimentarlos de manera forzada.
Realidades, por tanto, que el Presidente no puede señalar desconocer.  Y es que cuando hablamos de minería, no solo aspectos vinculados a las condiciones laborales y de seguridad son las que requieren de solución urgente.  Sino también, y esta huelga de hambre lo interpela, se debe avanzar en forma sustancial y de manera efectiva en una fiscalización real de las faenas mineras y de sus impactos en las poblaciones cercanas a estos emplazamientos, pues el riesgo inminente de vida que corre el pueblo Caimanes y que motiva esta medida de visibilidad, no puede esperar por modificaciones legales, suscripción de tratados o salidas de parche.
Tampoco pueden albergar esperanzas en una de las tan acostumbradas comisiones investigadoras parlamentarias, cuyos resultados siempre quedan en el limbo.  Más aún cuando los propios “honorables” congresistas que con el oportunismo político de siempre, tras el reportaje de CNN, presentaron una moción para que se indagaran los efectos nocivos de los relaves mineros, no estuvieron presentes el martes pasado para defenderla en sala, provocando que esta se rechazara por falta de quórum.
En un país minero como Chile, la minería debe ser objeto de un control ejemplar y sus trabajadores tratados con especial atención a las condiciones extremas que enfrentan día a día.  De lo contrario, que sea la minería la que se vaya al hoyo, sin fénix que la salve.

* Periodista, Comunicadora en Derechos Humanos
Observatorio Ciudadano / Red de Medios de los Pueblos
Viernes 5 de noviembre de 2010

COMUNICADO PUBLICO


La Organización Ciudadana Ambiental de Salamanca, quiere hacer un llamado de atención a la opinión publica del país, sobre los hechos acontecidos en la provincia del Choapa y en especial en la comuna de Salamanca, consideramos grave y de una falta de respeto  la promoción de un estado de sitio por parte del gobierno,  la instalación de fuerzas especiales en la comuna, es un hecho que amenaza la convivencia pacífica, amedrenta a los Ciudadanos  y las Ciudadanas de poder expresar su opinión.-

El accionar del gobierno y las formas de enfrentar los conflictos, no obedecen a unLuis  estado democrático, en el cual estamos, la intervención de fuerzas especiales para reestablecer el orden, lo ciudadanos nos preguntamos ¿qué orden van a establecer?, ¿el orden de los poderosos  sobre los más débiles?, ¿esta es la nueva forma de gobernar?, preguntas que nos hacemos frente a este hecho inusual para un comuna rural, de habitantes tranquilos, considerando que  la tranquilidad se rompe cuando llegan los piquetes de carabineros a nuestra comuna, incluso la propia diputada  Adriana Muñoz, considera este esto un estado  de sitio.-



Organización Ciudadana Ambiental Salamanca.-
OCAS

2010, el año del “sentimiento patrio” exacerbado I


Este año nos hemos visto enfrentados a muchas más situaciones que exacerban el llamado “sentimiento patrio” de las que estamos acostumbrados (as) a “tolerar”.
Para partir luego de  catástrofe del 27 de febrero se produce la “campaña por la reconstrucción de Chile”, muchos nos conmovimos por la desgracia de nuestros compatriotas e hicimos esfuerzos por contribuir a disminuir sus pesares. Pero creo que hay algunas pequeñas cosas que entre tanto patriotismo se nos han pasado de largo… por ejemplo, para empezar nos olvidamos de que muchas de las desgracias y pérdidas que sufrimos durante el terremoto se habrían evitado si en este país se velara por que las empresas constructoras moderen sus niveles de lucro a costa del “sueño de la casa propia” de nuestro pueblo, para muestra un botón: el edificio “Alto río”, y todos los que estando construidos bajo la normativa vigente colapsaron sin remedio, sobre todo las viviendas sociales que son responsabilidad directa del Estado,  cuyo desgraciado destino afecta a las familias más vulnerables.
Hoy me pregunto ¿Dónde está el papel del gobierno en la búsqueda de responsabilidades? ¿Por qué las empresas constructoras implicadas no han sido sancionadas? Tengo entendido que el arquitecto y el constructor civil  a cargo de un proyecto inmobiliario tienen responsabilidad penal frente a las fallas que éste presente…. No he sabido de ninguno que haya sido siquiera imputado por esto….
Numerosas familias de clase media que vieron destruidas sus viviendas y enceres deben seguir pagando los dividendos pactados para no caer en Dicom y más encima han tenido que buscar donde vivir, pagar arriendos, etc.
¿Qué ha hecho el gobierno al respecto?, la justicia ha brillado por su ausencia, nadie se ha pronunciado y mucho menos comprometido, porque hay “empresas privadas” involucradas…. Al parecer estas respetables instituciones tienen  “inmunidad judicial”… o por lo menos santos en la corte, no me explico de otro modo que no se hayan tomado cartas en el asunto
A ocho meses del desastre, nuestros compatriotas siguen viviendo en mediaguas bajo condiciones indignas ¿Dónde quedaron los recursos reunidos para “reconstruir”?, bueno… muchos de ellos en manos de las grandes empresas distribuidoras de materiales de construcción como Sodimac, Easy  y MTS, ya que a las familias se les entregaban recursos que servían para adquirir los materiales sólo en ellas y por supuesto al precio que ellas estipulaban… personalmente comprobé que después del terremoto los precios en estas empresas subieron como el pan con la levadura…. Ni siquiera alcanzaron los recursos destinados por  Piñera provenientes del cese  de la entrega de pensiones de gracia que recibían cientos de familias de escasos recursos, las que sin previo aviso se encontraron con la sorpresa de que sus casos irían a “reevaluación” en el momento mismo que fueron a cobrar sus escuálidas pensiones… yo no sé ustedes pero yo, cuando cuento con un dinero planifico cómo emplearlo… supongo que las cuentas de agua, luz, gas, la mercadería se transformaron en un dolor de cabeza para estos compatriotas, en resumen chilenas y chilenos sufriendo estrecheces en Santiago para que las chilenas y chilenos del sur no sufrieran… pero creo que algo falló, los del sur siguen, en términos generales, más o menos igual….
Las mediaguas no aguantaron las lluvias del invierno y con ello se multiplicaron los problemas bronquiales en niños y ancianos ¿No era esto obvio y esperable? Y bueno… poco hizo el gobierno para prevenirlo y menos para  aliviar esta dura realidad a la que se enfrentaban la cientos de familias que vivían o más bien trataban de sobrevivir en ellas, poca cobertura además se le dio  en prensa … mejor era mostrar cómo le iba al “zafrada” niño símbolo del desastre en su nueva escuela modular…
Mejor sigamos sintiéndonos orgullosos de ver al poder “en terreno” paseándose en  cortavientos rojos por nuestro país, no vale la pena deprimirse por lo irremediable.
                                                                         Victoria Colectiva

viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Ceacheíííí!... o “el modo chileno de hacer las cosas”

(Publicado en El Ciudadano, 3 de noviembre de 2010)
Por Gustavo Ruz Zañartu

La escena se repitió una y otra vez en el yacimiento San José.  Cuando cada uno de los 33 trabajadores rescatados asomaba en la superficie, se escuchaba el grito: ¡CEACHEIIIIII! .. con el sonoro y orgulloso colofón: “¡LOS MI NE ROS  DE CHI LÉEEE!”
Presumo que la gran mayoría de los millones de televidentes que siguieron minuto a minuto la secuencia del gran rescate, olvidaron que la expresión “LOS MINEROS DE CHILE” fue acuñada como slogan por las empresas transnacionales que saquean el cobre chileno y que se llevaron más de 20 mil millones de dólares en utilidades sólo en el año 2009.  Esta cifra es mayor al total de inversiones que dichas compañías realizaron desde su instalación en Chile, gracias a las excepcionales franquicias que les ofreció a los pocos días de asumir el gobierno de Patricio Aylwin, en 1990,  en adición a los ya  indignos privilegios que les había otorgado Pinochet mediante la llamada “concesión plena” en 1982.
Los presidentes Aylwin, Frei y Lagos mantuvieron en la penumbra sus compromisos con las transnacionales del cobre y – con la activa complicidad de los medios de prensa, radio y televisión- consiguieron que la opinión pública chilena permaneciera inadvertida del robo descarado que se estaba produciendo entre los años 1992 a 2004, con pérdidas siderales para el erario nacional.  
Varios factores incidieron para derrumbar el secretismo con que la clase política protegió a las empresas transnacionales del cobre.- El escandaloso Tratado Minero entre Chile y Argentina (que incluso fue objetado por el Tribunal Constitucional); la brutal baja del precio del cobre durante 8 años consecutivos motivada por la sobreproducción puesta en el mercado mundial por encima de la demanda; las cuantiosas pérdidas ocasionadas por las corruptas “operaciones a futuro” en CODELCO, y una creciente presión de las organizaciones ciudadanas de Chile que reclamaban transparencia , toda vez que los ingresos fiscales derivados de la gran minería se habían reducido a su mínima expresión. Fue el momento en que el Presidente Lagos tuvo que reconocer ante el país que “una dueña de casa que compra un kilo de pan paga impuesto, pero las Transnacionales mineras no pagan”. Lástima que se guardó este secreto durante 12 años.
Fue a fines del gobierno de Lagos que el Club que agrupa a las grandes empresas extranjeras del cobre, agrupadas en el Consejo Minero, decidió invertir unos cuantos millones de dólares (¿qué le hace el agua al pez?) en blanquear su imagen contratando espacios publicitarios en los más importantes medios de comunicación del país.
Su mensaje no pudo ser más maquiavélico: Ellos, los rubios mandamases de las empresas más grandes del mundo, se vistieron con el nombre LOS MINEROS DE CHILE.  Su mensaje, dirigido preferentemente a la juventud, actúa sobre el temor a la delincuencia, con un sesgo paternalista: “Cuídate. La riqueza de Chile eres tú. Este es un consejo de quienes saben de seguridad. Los Mineros de Chile.”    Cualquiera creería que este consejo protector proviene de esos rudos hombres que barrenan las entrañas de la tierra a 700 metros de profundidad, aquellos que  el pasado 13 de octubre gritaban a todo pulmón: “LOS MI NE ROS   DE  CHI LÉEE”. Así, los rubios conquistadores nos advierten: “No te preocupes que estemos robando dos tercios de la riqueza cuprífera de Chile. Sólo cuídate que no roben tu cartera”. “La riqueza de Chile eres tú” (no es el cobre).
Esto ocurre en Chile, país con la menor libertad de prensa en el continente, en el que no tenemos espacios para responder a esta campaña manipuladora, cínica y avasalladora. La misma maquinaria constructora de sentidos destaca las espectaculares ofertas que reciben desde distintos países los 33 chilenos rescatados, pero oculta que los otros 250 compañeros que no quedaron atrapados en la mina, están con sueldos impagos y no se les ha pagado el finiquito por cese de funcionamiento de la empresa. Esa es la maquinaria que oculta el hecho de que los trabajadores deben resignarse a aceptar empleos en los que no se les permite realizar sus necesidades fisiológicas y, por consiguiente, están forzados a usar pañales desechables para depositar sus excrecencias y orines.
Son los mismos cerebros que nos dicen que disminuyó la pobreza, porque no se considera “pobre” a una persona que gana más de $48.000 mensuales.
El presidente Piñera dice que en EEUU hablan del “modo chileno de hacer las cosas”. Se equivoca. Lo que está ocurriendo en Chile, corresponde a lo que, desde mucho tiempo, es “el modo yankee de engañar al pueblo”, lo que también se traduce en “cómo desplumar la gallina”

martes, 2 de noviembre de 2010

La Feria del Libro cercada por los agentes de seguridad del presidente Piñera.


El día viernes 29 de octubre a las 19 horas llegamos al centro cultural estación Mapocho para disfrutar del acto inaugural de la Feria del Libro 2010. Fuimos invitados por el escritor José Miguel Varas. Previamente nos encontramos un grupo de amigos, todos interesados por los libros, la literatura y la magia de compartir espacios dedicados a la significante y necesaria tolerancia y libertad humana que conlleva una fiesta ciudadana en torno a las letras chilenas, latinoamericanas y las palabras del mundo.


Todo ocurrió muy rápido, nos cruzamos con el ministro Lavín, mientras el presidente Piñera hacía su arribo, entremedio de un exagerado despliegue de seguridad. Desde nuestra llegada, fuimos inmediatamente registrados con cámaras fotográficas. Preguntamos a los fotógrafos el por qué de las fotografías y los medios de prensa para los que trabajaban o el destino de esas imágenes. En respuesta se nos increpó con prepotencia preguntándonos quiénes éramos nosotros para hacer esa pregunta. Finalmente dijeron que las fotografías eran tomadas por funcionarios de la avanzada presidencial y que era una medida necesaria para proteger la actividad y a los invitados del presidente. Lo cierto es que, a pesar de la incomodidad, no sentimos que hubiese mayor problema en ello. Pasamos el segundo control, donde nuestras invitaciones fueron retenidas y entramos finalmente al gran salón y sus módulos editoriales donde los libros relucían tras la luz artificial. Había tensión en el lugar, inundado de funcionarios de terno oscuro, con micrófonos de solapa, que no dejaron de seguirnos.

Nos encontramos con muchas personas conocidas, amigos y amigas de antaño, alegres abrazos de camaradería, buenas palabras y buenos augurios por habernos encontrado.

El acto central se desarrollaba en las Sala de las Artes, más abajo, en el subterráneo. No se podía acceder a esa sala. Hubo que conformarse con ver en pantalla gigante el desarrollo del acto. No nos sentíamos cómodos. Un compañero del grupo, Ricardo Fuentes, no soportó más y en voz alta dijo: “Esta es la nueva forma de gobernar, se realizan actos culturales a puertas cerrada, a espalda de los ciudadanos”. Luego aplaudió y nosotros lo seguimos con los aplausos.

No pasó un minuto y llegaron ellos, los hombres de terno oscuro y corte de pelo recto. Sin preguntarnos ni el nombre, tomaron a Ricardo por la espalda, doblando su brazo en una llave de judo. Reaccionamos, pidiendo explicaciones. Apareció en escena el Señor Osvaldo López, funcionario de la presidencia de la república, quién portaba una credencial de carabineros de chile y que de manera “muy respetuosa” converso con nosotros y pidió explicaciones a Ricardo. La gente comenzó a rodearnos, los camarógrafos y corresponsales se acercaron expectantes. El funcionario solicitó la cedula de identidad a Ricardo, quién, se la entregó sin mayores dificultades. Luego el mismo López dio la orden al comandante de carabineros, diciendo: ¡ Saque a esta gente de aquí inmediatamente!. Y se inició nuestro desalojo. Juan Luis Marré, otro amigo del grupo, señaló que el procedimiento era irregular. De inmediato fue cogido de los brazos y sacado en andas, entre tirones y combos cortos en su espalda. Los demás tratamos de impedir que ejercieran la violencia y señalamos en voz alta que éramos ciudadanos democráticos, escritores, sociólogos, cientistas sociales, cineastas y que se nos reprimía por el solo hecho de expresar en voz alta nuestra opinión frente a la situación.

Comenzaron los golpes por parte de carabineros y lograron derribar físicamente a Ricardo Fuentes, para luego arrastrarlo hasta la puerta principal. Unas mujeres jóvenes, productoras al parecer del evento, les gritaban: “No pueden tratarlos así, están tratándolos como animales”. Así se dieron tres estaciones o tres paradas para el descanso, tanto de la policía como de nosotros. Entre cada una de esas pausas, recibimos tirones, rodillazos y codazos. Finalmente nos sacaron hasta el frontis de la estación Mapocho, impidiendo que la gente y los reporteros preocupados por nuestro destino, pudieran cruzar la mampara.

Nos aislaron y luego pasaron un parte acusándonos de una infracción falsa: “transitar en estado de ebriedad en espacio publico”. Fuimos citados a tribunales. Y finalmente se nos expulsó del recinto, negándonos la posibilidad de participar de esta fiesta cultural para la ciudadanía.

Somos:
Ricardo Fuentes, Sociólogo.
Juan Luis Marré, Sociólogo.
Ronald Gallardo. Sociólogo, Escritor.
Inés Varas. Psicóloga.
Juan Carlos Mege. Sociólogo, Cineasta.

Contacto: ronald170@hotmail.com - callemagnolia@gmail.com

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30 de octubre 2010.